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Tan variadas son las sendas que puede elegir el viajero para llegar a este lugar de la Mancha como los secretos que esconde la Ciudad de Consuegra. Desde tiempos muy remotos sendas milenarias han tenido al cerro Calderico como vértice en la llanura, faro donde se otea el infinito y el viajero puede decir, al igual que Jean Cocteau ”¡por fin he visto el planeta!”.

Rutas milenarias de pastores trashumantes, calzadas romanas, veredas y cañadas de la Mesta, carreteras convencionales y modernas autovías confluyen en una encrucijada histórica.

Adivinar cual de ellas se ha de ha de elegir solo depende del espiritú de aventura de cada viajero, porque, como decia Fernando Pessoa ” Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”.Ver cadenciosamente el paisaje es uno de los mayores deleites del viaje. Este nos habla de lo que hace tiempo paso, de lo que está pasando y también de lo que puede pasar.

El paisaje de Consuegra se revela ante el viajero como un inmenso caleidoscopio, no solo de formas que entremezclan llanura y montaña, sino también de vino, aceite y pan, de olores  frescos en primavera, tostados en verano, a madurez en otoño y a dulce mazapán en invierno.Los  aromas inundan el paisaje de tal forma que el viajero fusiona, al cerrar los ojos, la vid de la Mancha y el olivo de los Montes de Toledo. Comarcas naturales de las que forma parte el término municipal de Consuegra.

Elegir el camino es importante porque ya es parte del viaje, de la experiencia, por eso quienes deseen venir a Consuegra desdeToledo pueden elegir la CM – 42, pero el viajero debe saber que está realizando los 60 kilómetros del viaje por la antigua Vía Laminium, si viene desde Ciudad Real, los 62 kilómetros los realizará por el antiguo Camino Real de Andalucía que se corresponde con la actual N – 401 y si viene de Madrid, los 120 kilómetros de las A – 4 hasta Consuegra los hará por el antiguo camino de postas a Granada. Para todos los que vengan desde el este y sur penínsular solo hay que enlazar con estos caminos repletos de historia.

Regalarse un viaje a Consuegra, es adentrarse en el mundo de las experiencias, de las emociones, entrar en un lugar donde la historia y la leyenda, La Mancha y Los Montes de Toledo, lo antiguo y lo nuevo, se funden en un solo espacio, en un solo momento como el día y la noche.